La adaptación es una combinación de características heredadas que aumentan las probabilidades de que un organismo pueda sobrevivir a las condiciones ambientales en las que se desarrolla. Un ejemplo de adaptación es:

La selección natural da forma a la evolución de las poblaciones, donde los organismos dependen de la adaptación al medio ambiente cambiante. Favorece el desarrollo de caracteres que aumentan la supervivencia de los individuos para aumentar la probabilidad de que el organismo sobreviva el tiempo suficiente para reproducirse o alargar el lapso de vida. Esto garantiza el futuro de los alelos de un individuo y la prevalencia de los mismos (estudiado mediante la genética de poblaciones).

La Biston betularia o mariposa del abedul es un ejemplo de la adaptación para la supervivencia. El color blanco/grisáceo de las alas las ayuda a protegerse de los depredadores durante el día cuando descansan sobre los troncos o ramas de los árboles cubiertos de líquenes. Pero, debido a la contaminación por hollín sobre la corteza de los árboles durante la revolución industrial, las mariposas ya no podían camuflarse con su entorno y eran devoradas por los pájaros, por lo que adoptaron colores oscuros, efecto conocido como melanismo industrial.