Preguntas de Exani II -> Comprensión Lectora | Exani 2025 | Página 46
En esta sección encontrarás miles de preguntas de Exani II -> Comprensión Lectora, cómo resolver cada una de las preguntas y la respuesta correcta.
Tendrás cuatro opciones en cada pregunta, intenta contestar correctamente y si no lo haces, tendrás la opción de ver la solución o escoger otra respuesta.
Si deseas saber com solucionar cada pregunta puedes dar clic en la opción '¿Cómo resolver?'
Pregunta 226
Las reflexiones de Walter Benjamin a las que su primer editor, Theodor W. Adorno, tituló sobre el concepto de historia, conocidas también como tesis sobre la historia, fueron publicadas por primera vez en Los Ángeles, en 1942, a dos años de la muerte de su autor del suicidio al que lo obligó la persecución nacionalsocialista, en una entrega especial, impresa en mimeógrafo, de la revista que el Institut für Sozialforschung editaba en Frankfurt, antes del exilio a los Estados Unidos de su principal animador, Max Horkheimer.
Pregunta 227
Lee el siguiente párrafo y contesta las preguntas.
No había nada que deseara hacer que no pudiese igualmente dejar de hacer. Incluso de niño, cuando no me faltaba nada, deseaba morir: quería rendirme porque luchar nada tenía sentido para mí. Consideraba que la continuación de una existencia que no había pedido no iba a probar, verificar, añadir ni sustraer nada. Todos los que me rodeaban eran unos fracasados o, sino, ridículos. Sobre todo, los que habían tenido éxito. Éstos me aburrían hasta hacerme llorar.
Era compasivo para con las faltas, pero no por compasión. Era una cualidad puramente negativa, una debilidad que brotaba ante el simple espectáculo de la miseria humana. Nunca ayudé a nadie con la esperanza de que sirviera de algo; ayudaba porque no podía dejar de hacerla. Me parecía inútil cambiar el estado de cosas; estaba convencido de que nada cambiaría sin un cambio de corazón, ¿y quién podía cambiar el corazón de los hombres? De vez en cuando un amigo se convertía; era algo que me hacía vomitar. Tenía tan poca necesidad de Dios como él de mí.
MILLER,
Henry Trópico de capricornio
La oración que finaliza la lectura revela:
Pregunta 228
Lee el siguiente párrafo y contesta las preguntas.
No había nada que deseara hacer que no pudiese igualmente dejar de hacer. Incluso de niño, cuando no me faltaba nada, deseaba morir: quería rendirme porque luchar nada tenía sentido para mí. Consideraba que la continuación de una existencia que no había pedido no iba a probar, verificar, añadir ni sustraer nada. Todos los que me rodeaban eran unos fracasados o, sino, ridículos. Sobre todo, los que habían tenido éxito. Éstos me aburrían hasta hacerme llorar.
Era compasivo para con las faltas, pero no por compasión. Era una cualidad puramente negativa, una debilidad que brotaba ante el simple espectáculo de la miseria humana. Nunca ayudé a nadie con la esperanza de que sirviera de algo; ayudaba porque no podía dejar de hacerla. Me parecía inútil cambiar el estado de cosas; estaba convencido de que nada cambiaría sin un cambio de corazón, ¿y quién podía cambiar el corazón de los hombres? De vez en cuando un amigo se convertía; era algo que me hacía vomitar. Tenía tan poca necesidad de Dios como él de mí.
MILLER,
Henry Trópico de capricornio
¿Qué es la compasión para el autor?
Pregunta 229
Lee el siguiente párrafo y contesta las preguntas.
No había nada que deseara hacer que no pudiese igualmente dejar de hacer. Incluso de niño, cuando no me faltaba nada, deseaba morir: quería rendirme porque luchar nada tenía sentido para mí. Consideraba que la continuación de una existencia que no había pedido no iba a probar, verificar, añadir ni sustraer nada. Todos los que me rodeaban eran unos fracasados o, sino, ridículos. Sobre todo, los que habían tenido éxito. Éstos me aburrían hasta hacerme llorar.
Era compasivo para con las faltas, pero no por compasión. Era una cualidad puramente negativa, una debilidad que brotaba ante el simple espectáculo de la miseria humana. Nunca ayudé a nadie con la esperanza de que sirviera de algo; ayudaba porque no podía dejar de hacerla. Me parecía inútil cambiar el estado de cosas; estaba convencido de que nada cambiaría sin un cambio de corazón, ¿y quién podía cambiar el corazón de los hombres? De vez en cuando un amigo se convertía; era algo que me hacía vomitar. Tenía tan poca necesidad de Dios como él de mí.
MILLER,
Henry Trópico de capricornio
¿Cómo concibe el autor la ayuda?
Pregunta 230
Lee el siguiente párrafo y contesta las preguntas.
No había nada que deseara hacer que no pudiese igualmente dejar de hacer. Incluso de niño, cuando no me faltaba nada, deseaba morir: quería rendirme porque luchar nada tenía sentido para mí. Consideraba que la continuación de una existencia que no había pedido no iba a probar, verificar, añadir ni sustraer nada. Todos los que me rodeaban eran unos fracasados o, sino, ridículos. Sobre todo, los que habían tenido éxito. Éstos me aburrían hasta hacerme llorar.
Era compasivo para con las faltas, pero no por compasión. Era una cualidad puramente negativa, una debilidad que brotaba ante el simple espectáculo de la miseria humana. Nunca ayudé a nadie con la esperanza de que sirviera de algo; ayudaba porque no podía dejar de hacerla. Me parecía inútil cambiar el estado de cosas; estaba convencido de que nada cambiaría sin un cambio de corazón, ¿y quién podía cambiar el corazón de los hombres? De vez en cuando un amigo se convertía; era algo que me hacía vomitar. Tenía tan poca necesidad de Dios como él de mí.
MILLER,
Henry Trópico de capricornio
¿Cuál es la condición para la modificación de la realidad?